domingo, 3 de abril de 2016

Jóvenes se pierden por leer mal.

En la tarde del domingo 20 de marzo dos jóvenes se disponían a encontrarse con un compañero de estudio en su casa, en el barrio El Dorado de Envigado. Era la primera vez que iban a la vivienda y ninguna de las dos conocía muy bien el sitio. Luego de recibir las indicaciones las jóvenes se disponen a buscar la dirección dada; se ubicaron en la iglesia del barrio y localizaron la que, según habían leído, era la calle en la que vivía su compañero. Buscaban  el número de la casa pero notaron que este superaba a los números de casa que veía. “Yo sí notaba como muy perdidas a las muchachas, y cuando se acercaron a preguntarme no supe qué decirles. Nunca había escuchado esa dirección”, cuenta un vendedor de crispetas al que se dirigieron. Después de varios minutos tuvieron que llamar al joven a que las recogiera y fue ahí cuando supieron que habían leído mal la dirección. Era la calle DD y estaban buscando en la D. 

(Informó Julieth Carolina Alvarado)

1 comentario:

  1. Es una historia que se hace graciosa porque considero que a la mayoría nos ha sucedido esto o por lo menos algo parecido.Es bueno saber que aunque no encontró la dirección llego a su destino muchos no hubieran tenido esa suerte.

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