El
pasado domingo 3 de abril, a eso de las 7:30 am, el joven Mateo Martin Vásquez de 22 años, se encontraba durmiendo
plácidamente en su casa ubicada en el noroccidente de la ciudad de Medellín,
Antioquia barrio Pedregal.
En la
habitación contigua se encuentra su hermanita menor, de seis años, Sofía
Jaimes Vásquez, viendo los cuentos de los hermanos Grimm. Ella toma una taza
de yogurt de fresa con cereal Froot Loops, después de que su madre Liliana
María Vásquez la deja un momento, mientras ella se dirige a la tienda más
cercana del barrio para comprar un paquete de arepas y un cuarto de libra de
quesito Colanta.
Mientras
la madre está ausente, dos personas tocan el timbre de la casa con bastante
intensidad. Sofía, al notar la ausencia de su madre, sale
corriendo a abrir la puerta pensando que era ella. Para sorpresa suya eran un
hombre y una mujer, cada uno vestidos de forma muy elegante y con una pulcritud admirable;
quienes le preguntan: “¿Se encuentra
alguien mayor en la casa con el que podamos hablar sobre el creador del mundo”? Sofía piensa unos instantes y se acuerda que su hermano se encuentra
dormido en la pieza de el al lado y les dice a los extraños que se encuentra su
hermano, a lo que ellos responden con igual tono : ¿“puedes llamarlo ahora, por
favor”?, a lo que ella sin titubear responde que sí.
Sale
la niña corriendo rápido a la habitación de su hermano a gritar con bastante
ímpetu y fuerza: “Hermanito hay unas personas que quieren hablar sobre el
creador, rápido que de pronto se van”, además el mensaje estuvo acompañado por
un salto repentino de la niña del suelo la a cama sobre la cual estaba su
hermano descansando.
Mateo,
después de oír el mensaje dado por su hermana hace la siguiente exclamación con
tono amoroso y comprensivo: “Sofía tan solo son testigos de jehová o
evangélicos que llaman, no debiste haber abierto, ya salgo y los atiendo,
espérame aquí”.
El
joven sale y responde sin ni siquiera oír el mensaje de los extraños en la
puerta, de la siguiente manera con un tono sereno y claro: Señores: acá somos
judíos. Por favor disculpen a mi hermanita menor por haberlos incomodado.
Lo hacen levantar a uno de la cama a las 730 de la mañana, es el colmo del descaro.
ResponderEliminarEn esa misma situación yo hubiera respondido que era testigo de Goku , fiel a las enseñanzas del gran Kami Sama.