Dios, déjame decirte que siento una profunda decepción en este momento, desde que era un niño me decían que tú eras bueno ,que nos amabas, que sabías todo y que estabas en todas partes. También me decían que a quien confiaba en ti le pasarían muchas cosas grandiosas, así que decidí depositarte mi confianza , pero nunca pensé que fuera tan aburrido.
Confieso que nunca he sido una persona agradecida, y al notar que no pasaban cosas sorprendentes, incluso creyendo y confiando en ti, me comencé a cansar. Pero este no era el único motivo de mi molestia contigo, ¿por qué me torturabas cada semana haciéndome decirte una cadena de palabras que ni siquiera entendía, y por tanto tiempo, cuando debería estar jugando ?
Eras como una especie de narcisista.
Pero no creas que por tener ese horrible defecto de no agradecer las cosas buenas que tengo, soy una persona poco compasiva, pues me mataba de dolor ver a algunos compañeros de mi escuela con sus uniformes rotos y sin su desayuno. Ellos eran niños buenos, también confiaban en ti. Y supongo que para ti valía más eso , que las acciones de las personas, en todo caso , mis amigos aún no habían hecho ninguna cosa mala.
De la misma manera, vi a muchas personas tiradas en los andenes sin una pierna. O sin una mano. Vi cómo algunas personas eran maltratadas, discriminadas por otras y un montón de desgracias más. Si tú estabas en todas partes y nos amabas,¿ por qué no los ayudabas? ¿por qué permitías tales cosas? ¿qué pasó con tu misericordia? No podía entender cuál era la diferencia entre ellos y yo. Ellos te amaban y confiaban en ti, tal como lo hacía yo, pero supongo que a ellos no les causabas tanto aburrimiento.
Cabe señalar que aún tenía muchas esperanzas en tus acciones. Lo que pasa es que con el tiempo, cada vez me decepcionaban más las palabras que me contaban de ti. A medida de que iba aprendiendo me daba cuenta de que muchas de las cosas que te atribuían se podían explicar de otra manera, y con mucho más sentido. Así que mi paciencia se rebasó el día que las mismas personas que me hablaban sobre ti tuvieron que sufrir de la misma manera que lo hacían los demás. Todo fue en vano, pero no te preocupes: Ellos son un poco masoquistas, cuando tú les diste más duro, más se aferraron a ti .
Finalmente, empecé a dudar de tu existencia después de notar tanta incoherencia entre tus acciones y las palabras bellas que las personas hablaban de ti . Ahora que tengo un poco más de experiencia descarté la idea de dudar y he concluido que tú no existes y por eso te considero dichoso y además te envidio, porque no tienes que lidiar y sufrir como lo hago yo, y como lo hacemos muchos; con cada injusticia, con cada enfermedad , con cada maltrato.
Medellín, Marzo 14/2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario