domingo, 3 de abril de 2016

El hipnotista.


Pintada, Antioquia, diciembre de 2014. Es de noche. Mónica, una joven de 20 años decide entrar a un circo con su esposo y su hija.  “Nos  pareció muy llamativo”, comenta el esposo. Luego de varios shows el que seguía era el de hipnotismo, la razón por la cual a Mónica le encantaban los circos desde pequeña relató. Se escogieron personas que quisieran participar del show y ella se ofreció. Fue Gallina, perro, bailó, cantó e hizo todo lo que el hipnotista dijo.

El esposo comentó “ahora si encontré cómo domarla”. Al final del show éste le pregunta a ella qué se sentía estar hipnotizada, a lo que ella responde: “Todo es mentira, uno lo hace por no hacer quedar mal al man”. Su desilusión fue tal que quedó sin ganas de volver a los circos.


Por: D. Rodríguez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario