lunes, 14 de marzo de 2016

Retrato de Dayana. Por: Daniel Heraldo Certuche


Tiene ojos grandes, que se mantienen fijos al mirarte, casi como esperando a que sientas miedo o a que te ocultes… Pero no es más que una mirada pura e intensa. En ella no hay maldad, ni sufrimiento o cosa que se le parezca.
Es sencillamente incomprensible: puede ser intensa como  su gusto frenético por el reguetón o  delicada, como sus amadas baladas. Dentro  de su ser hay  espacio para ambos géneros, ambos construyen parte de su ser.
Solo ella sabe cuándo se hizo tal configuración, en qué momento  el reguetón se conectó con  su  furia y en cuál  las baladas, con su ternura. Parecen mundos  distantes pero en ella están tan cercanos, que  puedes notar a pesar de su nobleza no soportaría muchas inclemencias de la vida.
No es común ver en su rostro una expresión de rabia o desprecio. Se  las guarda para el momento indicado. Tal vez lo que más saca el mundo es su ternura, es un rasgo distintivo de su personalidad.
En su mente hay una extraña mezcla de sentimientos y de realidades. Son pensamientos que la llevan por el mundo viviendo de una buena forma, pero que se ven eternamente afectados por la realidad que vive. En  ésta habita el amor por las reacciones, lo que a la postre la llevó a estudiar química.
En ella también hay espacio para la incertidumbre del mañana, que poco a poco le hace pensar en el  por qué y para qué de lo que hace, lo que pone en  tela de juicio lo que su corazón ya eligió.
Piensa que las elecciones no son fáciles para nadie, pero que para ella son oportunidades. Por eso respeta el rumbo a donde la conduzcan. Ni importa cual positivas o negativas sean. De cualquier manera  solo a los resultados  le damos importancia y olvidamos el  proceso. Ella piensa  que debería ser al contrario.
Es amante del deporte. Le hace fuerza “a su Nacional”, equipo al que le es  fiel desde los 9 años. Disfruta más ver que jugar fútbol,  mucho menos con hombres. Prefiere el voleibol o la natación, porque no va a necesitar de mayores destrezas que las que ya posee.
Admira y ama a sus padres.  Se siente segura con ellos. No en vano desde pequeña ellos están muy pendiente de ella.
Quiso experimentar el mundo de su padre, el de la fotografía, desde la vez que lo vio con una serpiente sobre el cuello. Un clic y  sintió la necesidad de imitarlo. Lo hizo. Experimentó la misma sensación que había sentido su padre, fue  agradable.
Su madre siempre la cuidó muy bien. Sólo que  existen ocasiones donde es imposible pensar en todo lo que pueda pasar. Ella nunca  se imaginó que el dejar a su hija en manos de su hermana sería como ponerse en medio de  un verdadero problema. Su hermana, al estar cuidando de dos niñas pequeñas, debía ingeniárselas para poder asistirlas a las dos. Una vez ella  escuchó llorar a  su hija. Corrió hasta donde se encontraba para saber qué pasaba. Su sobrina estaba dormida. Nunca pensó que nada fuera a pasar. Pero por problemas en el suelo del cuarto piso de la casa, su sobrina paso derecho hasta llegar al primero, cayéndose  de frente, haciéndose una pronunciada cicatriz, que apenas mejoró  su aspecto con el pasar de los años. Hoy es la causa de las primeras conversaciones con desconocidos que se preguntan el porqué de esa cicatriz, puesta justo en la parte superior derecha de la frente.
Tiene el cabello largo y negro. Se lo recoge con trenzas, de manera periódica, su cuello es muy delgado, así como su cintura,  está en su punto. Sus brazos  casi siempre los lleva descubiertos, del mismo modo que sus hombros.  Lo que le da un cierto  toque de mujer delicada y elegante.
Sus camisas siempre van  ceñidas al cuerpo.
Sus labios están demarcados de una linda forma, están perfectamente delineados y aunque ella no se los maquilla,  poseen un color rojo intenso que adorna su sonrisa.
Tiene una frente pronunciada, con  una cicatriz en ella. Sus cejas delgadas y algo escasas. Sus orejas siempre guardan parte de  su cabello, que  cubre gran parte de la espalda. Camina de manera relajada y no tiene prisa de hacer algo o de dejarlo de hacer.
Es serena.
La expresión de su rostro en ocasiones puede ser mal interpretada pues no sabes si te está preguntando o está afirmando con entusiasmo.
Si fuera por su rostro, ya me había confundido. Es tan inexpresivo, parece tener siempre la misma figura. Pero no es así. Hay una manera única  de saber si te está preguntando o si te está hablando: es por el tono de la voz, que cambia cuando es pregunta y que prácticamente todos utilizamos y que con ella es muy útil.
Siempre que habla  utiliza gestos y ademanes. Que muestran lo dominante que es. Cuando tú hablas Puedes tener la certeza de que ella te escucha, pues al mover su rostro afirma o niega. Mantiene fija su mirada en ti y cuando terminas, ella con un noble gesto da su aprobación.
Hay algo es su voz que me pone inquieto, su acento es muy propio de la región, Es paisa,  utiliza modismos en los que  aflora su acento. Se siente muy bien escuchar una voz así. Pero si se repite constantemente, por periodos prolongados, podría volverme loco. Me irrita. No la soporto: Es aguda. Al pronunciar cada palabra entra en estas mucho aire y se escucha al final de la palabra una especie de silbido, al que no estoy acostumbrado.
Da gran importancia a las personas. Acogió a Luna desde hace ya 4 años, hoy hace parte de su vida.
Luna funciona como un despertador mal ajustado. O tiene el horario de otra región del mundo, al caer la noche, no mucho después de que todos se hayan acostado,  va hasta donde Dayana,  y la despierta para jugar.
Parece que no duerme y que no se cansa. Repite lo mismo, noche tras noche desde que llegó y no deja descansar a su dueña como debe ser. Tal vez esas manchas negras sobre ese pelaje blanco la ponen quisquillosa. O  tiene hambre, ya que las  comidas simples que le dan se digieren rápido en su pequeño estómago.
Quizá necesita regular su azúcar o tener una dieta mejor. No sé explica el comportamiento de Luna, el hecho es que esta perra se ha ganado el amor de su dueña. A la misma no le importa trasnochar para complacer a su mascota.
Mauricio se convirtió en mucho para Dayana. La conoce,  sabe sus miedos, sus desdichas, sus recuerdos preciados, lo que disfruta y lo que no, lo que le gusta, lo que la hace sentir bien y lo que le da rabia.
Aun así ambos decidieron separarse y dejar de compartir momentos.
Lo que él no sabe es que a Dayanna le hace falta su cariño, que lo extraña y lo quiere, que necesita su amistad a pesar de tener diferencias,  desea seguir compartiendo con él toda clase de momentos, y , que es considerado por ella, como su mejor amigo.
Es divertida con sus amigos y se vuelve cansona cuando ya se conocen bastante bien y ha pasado  cierto tiempo. Eso lo sabe  Ana María, una amiga con la que habla bastante desde hace ya siete años, aunque no se ven periódicamente, hablan  todos los días. Eso las mantiene unidas.
Cuando se encuentran se  vuelve insoportable: pellizca, los molesta, hace cosas divertidas.  Así   disfruta su  vida.  Sus amigos la aprecian. Y los quiere a  todos por igual.
Disfruta los fragmentos de Marilyn Monroe, las películas de comedia, ama las galletas, le gusta la música de Rihanna, es extrovertida, tierna, de corazón y sentimientos puros. De hecho, a sus 17 años esos sentimientos  los ha vivido en su corazón noble y bueno.
Su risa tiene un toque particular, es de  aspecto seco y frio, es  una risa cansada por los años. Pero  es divertida. Contagiosa.
Disfruta estar viva, ni siquiera se imagina su muerte, ni  la de un ser querido ni mucho menos  la de su madre. Aborrece pensar en ello. Siente miedo y nostalgia al imaginarse la muerte de su madre. Pero acepta que no está en sus manos. Pone todas sus energías para que tal cosa nunca suceda.
Es una gran persona. Es sensible, divertida, penosa y un tanto humilde. Su corazón  está lleno de sentimientos. Son su  esencia pura,  y con los que el mundo debería regirse. Lastimosamente no hay muchas como Dayana en este mundo.
 

5 comentarios:

  1. es super chevere la descripcion, ya que no solo escribe lo que la persona cuenta, sino que tambien describe su forma de expresion y lo fisico de aquella persona, ya que tambien lograste leer mis gestos, trato de enfocarse en como soy y quiso saber mas alla de mi interior!
    muchas gracias fue un texto espectacular!

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  2. Al terminar de leer el retrato, me pareció genial como el autor del mismo logra capturar con tanto detalle la vida y las características físicas de Dayana. Eso habla bien de lo buen observador y minucioso que puede llegar a ser, algo importante para alguien que estudia una ciencia.

    Otra cosa que me llamó la atención, es el hecho de que como para algunas personas es natural (o por lo menos eso parece) contar aspectos de su vida personal y abrir su corazón mostrando sentimientos y sensaciones a otra persona. Lo digo porque personalmente no soy capaz de hacerlo y memos con una persona que conozco desde hace poco tiempo.

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  3. Me gustó mucho la forma en la que Daniel desmenuza a Dayanna por pedazos de una manera que pareciera casi exacta como si la calcara, empezando por la descripción de su mirada, su personalidad, sus pensamientos, sus gustos, sus vivencias y su forma de verla, sin duda hace de Dayanna una persona entrañable y a la que le puedes coger cariño muy fácil, incluso con solo hablarle una vez; el único detalle serían los cambios algo bruscos entre lo que define su personalidad y sus rasgos físicos, que en cierta parte me hizo perderle un poco el hilo al texto.

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  4. Admiro la capacidad de Daniel para llegar más allá, logró encontrar partes profundas de Dayanna analizando lo superficial, y logró describirla de una manera excepcional. Me asombra también la forma en que junto todos sus descubrimientos y los unió con los datos adquiridos para crear un texto de esta calidad. Un gran texto.

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  5. Admiro la capacidad de Daniel para llegar más allá, logró encontrar partes profundas de Dayanna analizando lo superficial, y logró describirla de una manera excepcional. Me asombra también la forma en que junto todos sus descubrimientos y los unió con los datos adquiridos para crear un texto de esta calidad. Un gran texto.

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