La semana pasada tuve el privilegio de conocer a Diana, una joven de 17 años, que a pesar de medir 1.58 cm resalta particularmente por el brillo de sus ojos café oscuro, que vive en Bello con su mamá y su hermano menor, tiene dientes pequeños que no opacan su amplia sonrisa, pelo corto, no es ni delgada ni gorda y tiene tres aretes en su oreja izquierda y dos en la derecha,
Su deporte favorito es la apnea o buceo extremo, que consiste en aguantar la respiración lo que más se pueda, bajo el agua. O nadar a profundidades inusitadas, a pulmón libre. Le gusta porque siente paz cuando está en el agua, además porque puede aprender más a auto controlar su cuerpo.
Además, es scout hace un año y medio. Y de dicha experiencia los campamentos han sido lo mejor. Allí “no consigues amigos, sino otra familia”.
Su color favorito, el rojo, que para ella representa a la mujer.
Es muy sarcástica.
Le gustan las fiestas, para ella “son muy cucas parce”. Le encanta bailar salsa, la ciencia, estudiar astronomía en la universidad de Antioquia, observar el cielo y preguntarse qué habrá más allá…
Es muy tímida, tanto que no le interesa interactuar con las personas, aunque conmigo parece que sí, pues me contó muchas cosas sobre ella: Le gusta ir al cine, combinar todas las gaseosas y descubrir un sabor a vómito dulce.
Su héroe favorito es su padre, con el que tiene una relación muy profunda, es como si ya se hubieran conocido en otra vida, por la relación tan perfecta que tienen: Es su mejor amigo, su confidente, tienen muchas cosas en común: Su papá estudió física en la Universidad de Antioquia y sacaron casi el mismo puntaje en los icfes.
Una vez se fue con él a un campamento. O a un lugar donde había muchos taoístas. Su padre era uno de ellos y le enseñó muchas cosas sobre esa filosofía.
Un día, en la Universidad de Antioquia, después de clase, hubo una jornada cultural en el TAL, Teatro al Aire Libre, fuimos, participamos en un carrusel de actividades y descubrimos que nos gusta el slackline, un deporte de equilibrio en el que se usa una cinta que se engancha entre dos puntos fijos.
Después, fuimos a una charla de astronomía sobre el Solsticio. Allí me di cuenta que le encanta lo que estudia y hace todo por informarse más de ello.
Usa una expresión muy mexicana, “no guey” porque una amiga de los scout la repite demasiado.
Olvidaba decir que le tiene miedo a la sangre en abundancia, un miedo incontrolable, que lo desborda.
Estas, algunas impresiones de mis charlas con é,l en apenas dos días. Espero que sean más.
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ResponderEliminarGracias Fredy, te tomaste el trabajo tan en serio que hasta pasaste toda una tarde conmigo. Con esta actividad comprendí que todos tienen un lado amable, un lado oscuro, un pasado, que todos merecen ser escuchados, sólo hay que tomarse el tiempo y tener las agallas para acercarse.
ResponderEliminarMe parece muy buena la descripción ya que hace resaltar la parte más sobresaliente Diana, además de que debo aceptar, me parece una descripción muy divertida, interesante y sobretodo muy humana, ya que se ve que no se describe a una persona ajena a sí, sino a alguien con quién se sintió muy a gusto realizar el trabajo, creo que es un muy buen escrito, ya que no hace tediosa la lectura, no guey, en cambio hace que uno se imagine a esa chica que mezcla las gaseosas, medita debajo del agua y habla con su padre sobre los astros y sobre la vida misma.
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ResponderEliminarLa descripción tiene aspectos bastante buenos, como cuando se incluye una amplia visión del carácter humano, el cual en esta descripción de Diana de vio muy bien elaborado. Bastante buena de leer la descripción.
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