Mariana Cardona es una muy bonita mujer ante los ojos de cualquier persona. Vive en Medellín, tiene 18 años de edad, cabello corto, tez blanca, mide aproximadamente 1.66 cm, contextura gruesa y mirada soñadora, que se resalta a través de sus lentes.
Es muy liberal, espiritual y cree mucho en los sueños. Tiene un temperamento sanguíneo; además es sociable y solidaria con los demás aunque es un poco orgullosa y radical al momento de tomar decisiones.
Se caracteriza por ser de pensamiento muy claro frente a su vida.
Su música preferida es el rock, le gusta leer y en su comida no le puede faltar la papa o el pollo. Ama los deportes extremos y las cosas alocadas del mundo.
Hubo un momento en el que vivió en la ciudad de Cali, pero poco después volvió a la ciudad de Medellín. Vive con sus padres y una hermana menor.
Cuando era niña, se cayó de un caballo, motivo por el cual hoy les teme.
Se ha sentido tentada por las drogas, pero hasta el momento no las ha probado. Le atraen los tatuajes, pero no tiene ninguno. Se ha realizado perforaciones en la nariz y las orejas.
En su infancia practicaba patinaje y si hoy considerara la opción de retomarlo, pero sería posible, debido a sus obligaciones.
En la actualidad, estudia química en la Universidad de Antioquia. Se siente feliz de esta carrera y en sus proyectos esta ser una excelente profesional.
A pesar de la aparente felicidad que nos deja ver a todos, es una persona con diversos problemas mucho más graves de los que cualquier persona normal tendría.
Al hablar con ella te das cuenta de que le tiene una pasión a la vida y que es un espíritu libre, indomable, al que no le gustan las reglas.
Es delirante y loca.
Además te das cuenta que crea una barrera entre su verdadero ser y lo que nos deja ver, debido a su miedo a ser juzgada
Para mí, toda su esencia está reflejada en el siguiente poema:
“No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe… No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música. (…)No te enamores que sea rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias. Una a la que no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica y lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, JAMÁS se regresa.”
- Martha Rivera Garrido