El amor es un
sentimiento que sólo lo podemos ver desde un punto de vista, ya sea positivo o
negativo; donde los dos, siendo polos completamente opuestos, dejan un aporte
por medio de nuestras experiencias que nos ayudan a crecer como personas. Nunca
debemos negarnos a ellos, porque al igual en algún momento sentiremos algo muy
inexplicable por alguien, y un sentimiento como ello, es difícil de controlar
y, que nos pueden llevar a sentir muchas otras cosas mucho más profundas, como
indiferencia, odio y hasta obsesión; y por esta razón, hay que tratar de
entenderse a sí mismo y sus sentimientos.
Esto lo podemos
manifestar como un sentimiento que tenemos por un familiar, un amigo que
llevamos mucho tiempo o en el caso de una atracción inicial hacia una persona
de la cual terminamos con sentimientos más profundos que una simple atracción
física, y cuando ocurre esto es que manifestamos estar enamorados. El amor
también lo podemos sentir hacia animales, objetos o cualquier otra
circunstancia, en el cual lo manifestamos como aquel apego que tenemos hacia
ello.
Para llegar a
este sentimiento, es netamente necesario visualizar cualidades que no son
susceptibles a la simple vista, es decir, ver mucho más allá de lo tangible y
esto es algo a lo que nos invita el documental “ventana del alma”, ya que el
amor es una faceta de nuestra cotidianidad en la que se ajusta perfectamente
conceptos como la subjetividad de lo que vemos, ya que en este no hay objetividad
real, como lo afirma Saramago (premio nobel de literatura), “Si Romeo hubiera tenido los ojos de un
halcón, seguramente no se habría enamorado de Julieta, sus ojos verían una piel
desagradable de ver. Porque la agudeza de los ojos del halcón no muestra la
piel humana a como nosotros la vemos” siempre hay de por medio la
subjetividad al momento de extraer aquella información que buscamos ver.
Aunque, la
ciencia nos ha definido el amor como aquellos procesos bioquímicos, en los que
están presentes hormonas como la serotonina, oxitocina, feromona, etc.,
indudablemente este se manifiesta en nuestro ser a otra persona o cosa, al ver
en estos cualidades que a simple vista no percibimos y que otros semejantes
probablemente no lo ven.
Para Abraham Maslow la necesidad
de afiliación (Intimidad, afecto, intimidad sexual) se encuentran dentro de los
parámetros indispensables para la autorrealización de todo ser humano; de tal
modo que no es de extrañar que las personas en ciertas etapas de su vida
busquen a alguien para suplir esta necesidad, es entonces cuando el amor se
aparece en sus diferentes términos y facetas desde lo visto en la apariencia
física hasta esos sentimientos, cualidades que sólo se pueden descubrir si se
escudriña o se comparte con ese ser ideal.
En algunas ocasiones hiere y decepciona a la persona enamorada
debido a que no cumple con las expectativas esperadas, y cómo es de naturaleza
humana es normal que tienda a perecer por diferentes circunstancias (por falta
de empatía, de compromiso, de entrega sexual).
En la actualidad, los
estereotipos sociales de belleza impartidos por la industria de la moda, la
televisión, la música y el marketing se han convertido en el canal que nos ha
enseñado a ver lo físico cómo parámetro determinante para fijarnos en una
persona, sin tener en cuenta su mundo interno, es decir, lo que es cómo persona
más allá de lo tangible. Por lo tanto, el amor siempre llega en el momento
menos esperado, la mayoría de veces es por medio de las actitudes, su manera de
tratar a los demás; pues, la verdad, el amor, es una cosa de locos, pero
también es algo totalmente inexplicable y maravilloso, a pesar de las
circunstancias negativas.
Es por esto, que el amor no es
sujeto a la objetividad y es necesario
visualizar cualidades que no son susceptibles a la simple vista, el cual
requiere ver mucho más de lo que nuestros ojos observan.
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