martes, 6 de septiembre de 2016

Reseña crítica: Jojo, Historia de un Saltimbanqui. Por: Rafael Eduardo Rodriguez Muñoz.

Autor: Michael Ende.
Editorial: Debate. Madrid España.
Sexta edición 1987.

Jojo. Historia de un Saltimbanqui es una obra de teatro, escrita por el escritor Michael Ende, quien es considerado como uno de los escritores de literatura infantil, más importantes del siglo XX. Fue un narrador alemán quien vivió entre 1929 y 1995 y comenzó a escribir relatos de corte infantil a principios de los años 50. Logró popularidad en su país con la obra “Jim Botón y Lucas el Maquinista”; una novela fantástica que lo hizo merecedor al premio Deutscher Jugendbuchpreis como mejor libro alemán para el público infantil.

En esta realización teatral (hablando de Jojo, particularmente), publicada en 1982, Ende relata la melancólica vida de un grupo circense que se enfrenta no sólo a la amenaza latente de un mundo cada vez más globalizado, sino también, a la falta de asombro  de un público dominado por la televisión. ¿Qué tiene de especial esta creación? pues que el autor emplea una técnica literaria llamada narración enmarcada en donde se introduce una historia dentro de la línea argumental principal. Esta historia secundaria, que es desarrollada en gran parte de la obra, te sumerge a un nuevo universo, que se podría pensar, está más allá de lo terrenal. Pero que en ningún momento, aleja al lector del hilo principal de la historia. Personalmente, en muchos momentos deseé que finalizara el cuento de “Jojo”, quien es uno de los personajes principales del texto; para así poder enterarme del desenlace, pero, uno de los muchos puntos fuertes de la obra, es que el autor sabe introducir nuevas situaciones para que el lector y posible espectador, no pierda la capacidad de fascinación.

El ambiente se desarrolla en una gran ciudad, con grandes edificios y ruido, la narración, casi que te transporta hasta allí. Pero al mismo tiempo y en un chispazo, te embarca y redirige la historia, a un mundo de fantasía y sueños en donde todo es perfecto. El cuento como tal, no tiene mucho de novedoso, pues es la típica historia en donde los protagonistas pasan por muchas penumbras para al fin llegar al tan anhelado “vivieron felices por siempre”, aunque también es cierto, que es esta mezcla de ficción y realidad, la que hace que la historia se vuelva interesante, pues podría decir que ese “salto”, crea una nueva atmósfera y mantiene al espectador, atento a lo que podría llegar a pasar.

Otro punto fuerte que tiene la obra, son los personajes, que a mi parecer, encarnan ese espíritu que se niega a desaparecer en muchos de nosotros. En esta sociedad actual que velozmente adopta lo moderno; ese espíritu que no se cansa de luchar y de soñar, de creer, de hacer lo que su corazón le dicta con motivo de perseguir sus anhelos. Pues “el sobrevivir diario”, nos puede conducir en algún momento de nuestra existencia a la desesperanza. Este lazo que se llega a crear entre los personajes y el lector, son en mi opinión, el gran atractivo de la historia.

Resalto mucho el hecho de los tantos interrogantes que puede dejar este escrito, pues nos abre las puertas a desarrollar historias paralelas en nuestra imaginación. Así que si quieres sorprenderte con una narración diferente; empezar a leer Jojo, Historia de un saltimbanqui, puede llegar a dejarte gratamente atrapado en este mundo tan disjunto.



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